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Feliz año 2023

Iniciamos año y queremos compartir algunos pensamientos con ustedes que nos regalan su tiempo y atención por 10 años ya!

No les hablaré en este momento de moda ni tendencias, ya habrá tiempo para eso.

Cada inicio de año nos llenamos de planes y propósitos que no siempre podemos mantener a lo largo del año, ya sea por falta de tiempo o por falta de perseverancia. Es increíble como nos imponemos metas que no siempre son realistas y que por eso mismo nos damos por vencidos en poco tiempo.
Muchas veces las cosas sencillas las vemos como poco importantes y como irrelevantes, máxime si nos comparamos con lo demás.

En nuestro camino topamos con pruebas que nos redireccionan, aunque no lo queramos,  a veces toca rendirnos.

Por mucho tiempo traté de poner mis planes por encima de los de Dios, y sí,  digo Dios porque aunque cada quien tiene derecho a creer en lo que prefiera, yo creo en Dios. Cuando tenía todo un plan de vida hecho, las prioridades cambiaron y no era como lo tenía pensado pero, acepté el reto. Sé que para muchos, en determinado momento, el ser mamá 24/7 no era exactamente ser una mujer exitosa, pero para mi sí lo era, y ahora 20 años después puedo decirlo con toda seguridad, ha sido la mejor decisión de mi vida!

La concepción de éxito ha ido cambiando con el tiempo, los bienes materiales, el reconocimiento, ser «alguien» socialmente, acapara el interés de muchos. Y no es que esté mal, cada quien tiene sus anhelos y su lucha es personal, pero las mujeres que optamos por ser amas de casa y madres de tiempo completo, aunque sea por un tiempo determinado, sufrimos de mucha crítica, sobre todo de otras mujeres, que es lo más increíble.

Como mujer profesional, emprendedora, puedo decir que hay gran satisfacción en los logros empresariales y educativos. Hay gran satisfacción en la adquisición de bienes, pero no puede ser esto lo más importante en la vida, creo que la pandemia nos enseñó mucho sobre esto.

NO es que esté mal tener bienes, el asunto es la prioridad que les damos.

Ahora que inicia el año, las metas que nos trazamos deben procurar llevarnos hacia ese lugar donde seamos mejores personas integralmente, la salud corporal y espiritual, el ser mejor profesional, mejor amigo, etc.

En ocasiones hemos fallado, hay que pedir disculpas, no importa si son recibidas o no, esa tarea le queda a los demás, quitemos peso de nuestra espalda y caminemos más liviano.

Propongámonos metas realizables  a corto, mediano y largo plazo, disfrutemos cada pequeño logro, dejemos atrás los rencores y lo negativo que nos hace sentir mal.

Tratemos de sincronizar  con Dios para entender cuáles son sus planes para nuestra vida, si estamos pasando por un momento difícil bajemos revoluciones, hagamos una pausa,  hablemos con nuestro Padre celestial y busquemos paz en su presencia. Hay momentos que por más que insistamos y queramos respuestas no hay más que silencio. Entonces en lugar de desesperarnos hay que rendirnos y saber que esto traerá una bendición posterior, pero ¿cómo?  Sólo Dios sabe la respuesta, por eso la fe es tener certeza.

No voy a decirles que  todo es fácil y que no se sufre, los que me conocen saben lo que hay en mi corazón en este momento, pero es más grande mi esperanza y mi confianza en Dios.

Espero de corazón que este sea un gran año, que todos sus propósitos se hagan realidad, que al finalizar este año tachen de la lista todos esos planes y que eso los haga muy felices. Al final nos llevamos lo vivido, y queda nuestro legado que no son precisamente chunches.

Feliz 2023!