Cada día más personas optan por un nuevo tipo de leche que no sea la de vaca, ya que no todos pueden digerir la lactosa.
La leche de almendras es una fuente de vitaminas, proteína y calcio que se puede disfrutar todos los días para aprovechar sus beneficios.
Es muy baja en calorías, por lo que resulta perfecta para incluir en todo tipo de dietas, incluyendo la de aquellos que desean bajar de peso.
No contiene colesterol y aporta ácidos grasos omega 3, los cuales están asociados con la limpieza de los vasos sanguíneos y la mejor circulación.
Ingredientes
- 1 taza de almendras (155 g)
- 3 tazas de agua (750 ml)
- 1 ramita de canela (opcional).
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional) (5 g)
Procedimiento:
Coloca las almendras en un recipiente hondo y cúbrelas con bastante agua ya que la absorben.
Déjalas en remojo toda la noche.
Al día siguiente, enjuaga bien las almendras, escúrrelas y ponlas en la licuadora.
Agrégale las tres tazas de agua y procesa todo muy bien hasta que las almendras se hayan hecho polvo.
Cuela el líquido para separar la leche de los restos de almendras y consérvala en un frasco de cristal.
La canela puede hacer que la leche se conserve mejor.
De manera opcional le puedes agregar un poco de vainilla para darle un sabor más agradable.
Siempre agitarla antes de consumirla.
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