Tuve una cita con mi médico y terminamos conversando de varios temas, sobre todo de lo importante que es estar sano, y que la gente sepa el estado de salud antes de casarse.
Entonces me dí a la tarea de investigar; y encontré que al año son poquísimas personas las que se realizan exámenes para saber si padecen de alguna enfermedad venérea, su nivel hormonal o compatibilidad de la pareja para cuando tengan hijos.
En otros países las legislaciones exigen este tipo de exámenes. Por ejemplo en México, aunque no en todos los estados:
En el Código Civil Federal vigente, se establece como impedimento para contraer matrimonio: “Padecer una enfermedad crónica e incurable, que sea, además, contagiosa o hereditaria”; y además se indica que “Las personas que pretendan contraer matrimonio, presentarán al juez del Registro Civil, un certificado suscrito por un médico titulado, que asegure bajo protesta de decir verdad, que los pretendientes no padecen sífilis, tuberculosis, ni enfermedad crónica e incurable, que sea además contagiosa y hereditaria”.
Otros de importancia a realizarse son (VPH), HIV, hepatitis, detección de Chlamydia y Mycoplasma, …entre otros.
En nuestro país no se establecen estos exámenes como requisitos para contraer nupcias, pero si es super importante realizárselos y ser claros con nuestra pareja para evitar problemas en un futuro. Seamos honestos, la mayoría de parejas que se casan, tienen vida sexual activa desde tempranas edades y con más razón, si se trata de segundas nupcias.
En muchos casos se centran en conocer si hay enfermedades de transmisión sexual, pero también es muy importante conocer por ejemplo el Grupo y factor RH que son los que determinan el grupo sanguíneo y factor Rh de cada uno de los contrayentes, recayendo la mayor importancia en el tipo de sangre de la mujer, ya que en caso de resultar ésta con un factor Rh negativo, debe tenerse presente al momento de un embarazo y sobretodo al momento del nacimiento, la posibilidad de una entidad conocida como incompatibilidad de factor Rh entre la madre y el recién nacido.
Para tratar este problema existe una vacuna que debe administrarse a la madre después del primer nacimiento, para evitar la formación de anticuerpos en los embarazos siguientes y proteger al bebé de una enfermedad hemolítica (destrucción de glóbulos rojos), lo cual provoca en el bebé ictericia (coloración amarilla generalizada, la cual se debe a la destrucción de eritrocitos y produce alteraciones metabólicas y funcionales en el recién nacido, que en algunos casos conllevan secuelas irreversibles).
No se trata de hacerlos entrar en pánico, ni que sientan que aparte de todos los gastos ahora hay que incurrir en otros más; al contrario, a largo plazo, la prevención les puede ahorrar mucho dinero y males congénitos de los hijos. Recuerden que el matrimonio es más que la fiesta y la luna de miel, es un proyecto de vida a largo plazo.
Personalmente les recomiendo los laboratorios Sáenz Renauld ya que son súper profesionales y los conozco de toda una vida.
Espero que les sea útil esta información y que lo tomen en cuenta.
Se les quiere.
Fuente:
Laboratorios Sáenz Renauld
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