Manteniendo el orden en pareja

Siempre andamos buscando las ideas que más les puedan ayudar en todas las áreas de la vida. Un tema complicado cuando se inicia a vivir en pareja es el de compartir el closet: es por eso que queremos dejarlos en las mejores manos para que los aconsejen para evitar conflictos por este tema.

Alejandra, de «Todo en orden», nos dará tips muy valiosos en esta nota.

«Lo primero que le pregunto a mis clientes cuando tenemos el closet en frente es: ¿Cómo se sienten cuando lo ven? Todas las personas con las que he compartido tienen una reacción en común: respiran profundo de manera negativa y expresan sentimientos de frustración, decepción, tristeza, impotencia y hasta enojo (cuando comparten espacios con la pareja).

Desde pequeños nos enseñan hábitos necesarios para tener buenas costumbres: ser aseados con nosotros mismos y nuestro entorno, lavar los platos, poner la ropa sucia en la canasta indicada, entre otras. Sin embargo, no se profundiza en cada una de esas acciones. Les doy un ejemplo: Una familia de tres hijos con edades seguidas en etapa escolar, digamos que cada uno tiene su propia canasta de ropa sucia. La persona encargada llega, recoge las tres canastas y le toca separar toda la ropa, si fuera la mamá ó el papá que además no tiene tiempo y tuviera que correr porque tiene que ir a trabajar, terminar de hacer loncheras, ya viene la buseta de la escuela, y demás carreras de la mañana, estoy completamente segura, que esta situación podría transformar el entorno negativamente. Qué pasaría si a estos tres hijos se les enseñara desde tempranas edades a separar la ropa: toda la de colores y la ropa blanca. Además tener las canastas etiquetadas estratégicamente cerca de los tres hijos y recordarles darle la vuelta a las prendas.

¿Y por qué esto es importante? Creo que se sorprenderían de conocer cuantas personas desean vivir en espacios ordenados y no lo logran. Los hábitos (buenos y malos) los arrastramos en nuestra vida de adultos, y cuando alguien en nuestra vida (amigos, pareja, compañeros de trabajo, etc) trata de cambiar eso, acá empieza el conflicto.

Primero que todo y lo más importante que les voy a decir: el proceso de ordenar y acomodar es INDIVIDUAL, y cada uno debería tener su espacio en el closet sin revolver ni mezclar lo que es del otro. Además, si al esposo le molesta estar viendo la cantidad de bolsos que tiene la esposa, entonces se puede encontrar una estrategia para que éste, no le toque ver las carteras de frente cada vez que entre al armario. Para todo hay una solución, pacífica, desarrollada con sentido común que beneficie a ambas partes. A veces un simple banquito para que alcance una gaveta soluciona todo un conflicto, ó mover esas prendas de esa gaveta a otra que la persona alcance. Son simples detalles.

Lo otro que siempre voy a recomendar, es primordial para re-organizar cualquier espacio, es el proceso de selección, descarte y despedida de prendas que ya cumplieron su función en nuestras vidas, que ya no nos generan felicidad y más bien nos están quitando campo sagrado en el armario. Eso sí, no vale la pena desgastarse, discutir con la pareja y hasta obligarle a botar sus cosas, eso nunca va a funcionar, es un proceso personal, cada uno debe hacerlo, pero le debe nacer. Respeto y amor ante todo.

Cuando estoy en ese momento con el cliente y hemos vaciado por completo el armario, agrupamos por categoría todas las prendas en la cama y comenzamos rápidamente a realizar el proceso de depuración: la persona toma cada una de sus pertenencias y si le trae un mal recuerdo, ya no lo usa, no le genera felicidad ó está roto, se va a la bolsa indicada: de basura ó para regalar. Así logramos llenar como mínimo 3 bolsas grandes de basura y hasta más, en muchos otros casos.

La reacción que tiene una pareja cuando hace esta transformación de closet, según mi experiencia, es de paz, de tranquilidad, de liberación, porque la energía positiva vuelve a fluir en el ambiente. Y lo más importante es que ahora tienen sólo las cosas que desean exhibir y utilizar.