Cuando pensamos en boda hay dos figuras importantes que acompañan a los novios en este momento tan trascendental de su vida, ellos son los testigos y los padrinos. Muchas veces se tiende a confundir la función que desempeñan, para evitar esto vamos a detallar qué le corresponde a cada uno.
Testigos:
Son dos, ellos se deben presentar con la pareja ante el sacerdote un mes antes de la boda, deben ser personas que los conozcan bien y no ser de la familia, no importa si son casados o solteros. Ellos tienen una entrevista con el sacerdote donde éste les pregunta sobre la pareja para analizar si ese matrimonio debe llevarse a cabo o no. La idea es que los testigos den fe de que no hay presiones y que ambos van con la libre intención de contraer matrimonio siendo conscientes del compromiso que van a adquirir como pareja.
Su labor es dar fe de que el matrimonio se llevó a cabo y deben firmar el acta donde se declaran marido y mujer. Normalmente se pide que los padrinos sean una pareja consagrada ya que, además de dar fe de que se llevó al cabo la ceremonia, se espera que sean también guías de la pareja, por eso se acostumbra que sean matrimonios sólidos que puedan aconsejar a la nueva pareja, aunque no es algo obligatorio. Ambas figuras pueden ser testigos y padrinos, pero se podría aprovechar para integrar a otras personas en estos bonitos momentos.
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