Elegir el anillo con el diamante perfecto es una tarea de cuidado, ya que debes asesorarte por expertos para que no pases una mala experiencia.
Para iniciar con este tema debes saber cosas básicas como lo son los factores que afectan un diamante:
Corte, color, claridad y quilataje.
El corte: es el que determina la forma y el brillo que va a tener. Si el corte no está bien realizado el brillo se escapa y reduce la calidad de la piedra, mientras que un corte bien hecho va a reflejar la luz de una cara en otra.
También es importante que averigües que forma le gustaría más a tu novia. Existen distintas formas como lo son:
Claridad: se refiere a la calidad o pureza, los diamantes que tienen manchas o como se le llaman «inclusiones», no se consideran perfectos.
Color: el diamante de mayor calidad no tiene color ya que este refleja mejor la luz. Los diamantes tienen en su mayoría tintes amarillos que no son perceptibles por el ojo desnudo, se precisa de lupas para poderlos captar.
El grado D se considera el más incoloro, los grados D E F G se consideran incoloros al ojo desnudo. Los demás tienen un tono más amarillo.
Quilataje: el peso o tamaño de un diamante se mide en quilates, entre mayor sea éste, el precio será más elevado.
El peso o quilataje no tiene que ver con la calidad del diamante.
Es muy importante que antes de realizar esta inversión estés seguro de la forma y el gusto de la novia, también debes solicitar asesoría en lo referente a su cuidado y evacuar todas las dudas que tengas.
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